- la persona del coach (entrenador): se trata de un escuchador profesional, NO un terapeuta.
- la persona del coachee (alumno o cliente): se trata de aquella persona que desea ser ayudada, acompañada por un coach (entrenador).
Las premisas de un coach respecto su coachee son:
- Respeto (empatía) por encima de todo empezando por la escucha para entenderlo.
- Ser el mejor hincha de su equipo, en lo bueno y en lo malo.
- Recocimiento tal y como es en este momento, sin juzgarlo.
- No niega sus emociones.
- No aconseja ni opina.
- Lo acompaña sin actuar en lugar de él.
- Le permite hablar sin presionarlo.
- Le ayuda a descubrir y aprovechar las herramientas interiores que posee para que actúe por sí solo, sin influenciarlo en ningún momento, sin decirle tienes que hacer esto o lo otro.
Antes de iniciar estas fases, hay que contestar estas cuestiones para que la intervención en el proceso de coach sea exitosa:
- ¿Qué me ocurre a mí (coach)? => ejerciendo de coach ante cualquier situación
- ¿Qué le ocurre a la otra persona (coachee)?
- ¿Cómo intervengo en la otra persona (coachee)?
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