- Ver: lo que vemos y no vemos
- Percatarse: darse cuenta
- Observar: mirar sin juzgar, sin interpretar
En definitiva se trata de buscar la empatía con la persona empezando por la ESCUCHA y siguiendo por decir las cosas de manera adecuada, en el tono adecuado y en el momento adecuado. El objetivo siempre es el mismo: llegar a reconocer a la persona tal y como es en ese momento determinado.
Es importante calibrar y darse cuenta de lo que le pasa a la persona y cómo reacciona. Esto ayuda a ejercer una escucha mucho más atenta. El coach tiene que escuchar el 80% del tiempo que esté con su cliente pero el cliente no tiene que estar hablando ese 80% del tiempo.
Existen unos enemigos de la escucha que es conveniente conocer para poder enfocarse de una forma adecuada:
- Interrumpir a la persona que habla
- Distraerse
- Juzgar a la persona
- Rechazar lo que la otra persona esté sintiendo: ej. "no te preocupes, eso no es nada"
- Ofrecer ayuda o soluciones prematuras
- Contar tu historia cuando la persona necesita hablarte
- Contra argumentar: ej: me siento mal, "yo también"
- Evitar "el síndrome del experto": tener las respuestas al problema de la otra persona, antes incluso de que te haya explicado la mitad
Es importante estar realmente escuchado y NO estar preparando tu respuesta esperando tu turno para hablar.
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